jueves, 9 de octubre de 2014

Entrevista a Rafael Victorino Muñoz

 Esta semana publico la entrevista a un buen amigo, el escritor Rafael Victorino Muñoz, mi antiguo profesor de Simbología y semiótica. Muñoz nació en Valencia en el estado Carabobo (Venezuela) y hasta la fecha ha publicado 7 libros, ha sido ganador de múltiples certámenes literarios como es el caso del concurso de cuentos “Salvador Garmendia”, la Bienal “Simón Rodríguez”, y la Bienal Nacional de Literatura "Rafael Zárraga". Ademas de participar en maratones deportivos.

 Un gran agradecimiento a él por su tiempo en esta entrevista, su aporte a la literatura del país y el compartir sus conocimientos como profesor.

  • ¿Cuál es la mejor faceta de Rafael Victorino Muñoz? ¿Profesor, escritor, deportista amateur? 
 Debería decir que es la de profesor, porque si dijera escritor, sonaría muy engreído. En cualquier caso, cada una es distinta, no las puedo comparar, cada una me da satisfacciones. 

  •  ¿A que edad publicó su primer libro? ¿Y en qué se basó esta obra? 

 Creo que tenía 23 años. Es un libro de minicuentos, algunos de corte fantástico. 

  • ¿Cómo logró la hazaña de escribir respaldado por una editorial? 

 No sé si será una hazaña, pero en algunos casos fue por haber ganado concursos, que incluyen la publicación como parte del premio. 

  •  ¿Cómo describe la literatura actual en Venezuela?
 No leo mucho la literatura actual de Venezuela, leo la literatura actual de otros siglos y de otros lugares...

  • ¿Ha sentido el aporte del gobierno venezolano en pro de la literatura? 
 Yo creo que sí hacen algunas cosas (como por ejemplo, las ferias de libros), pero diría que más que por la literatura, por la lectura; aunque esto no constituye un rasgo distintivo o particular, no es un privilegio exclusivo del actual gobierno. Quiero decir, desde años antes de que se constituyera el actual gobierno, el Estado publicaba. Y de hecho, las editoriales más grandes son y han sido del Estado. 

  • De su pluma se ha caracterizado por escribir cuentos y ensayos, mismos que le han valido premios, ¿escribiría novelas? Y de ser negativa su respuesta, ¿por qué no lo haría? 
 Ya he escrito novelas, aún no las he publicado. Aunque la mayoría de las veces me llaman más la atención esas cosas que pueden contarse como cuentos, o que sólo requieren un cuento para ser contadas. 

  • ¿Qué tips ofrecerías como escritor? Siendo una persona que ha ganado distintos premios. 
 Ninguno. La experiencia verdaderamente importante es intransmisible, dijo Borges. Nada que yo pueda decirte te va a servir si no lo descubres por ti mismo. Lo único que tienes que hacer es escribir. Ése es el único tips posible. 

  • ¿Qué diferencia se puede encontrar con "Olímpicos e integrados" y "Retablos"? Sus publicaciones de cuentos. 
 El tema, quizás. Y también en el último libro (que es el primero de los mencionados) creo que he logrado lo más difícil: escribir con sencillez, con frescura, no sé. Es lo que me han dicho. Es un libro que leen y disfrutan por igual personas que nunca leen como personas que tienen un trato más frecuente con los libros. 

  • ¿En que lugar de Venezuela se pueden conseguir sus libros? ¿Fuera del país es posible adquirirlos? 
 
 En las librerías del sur, fundamentalmente. Fuera del país creo que también. He visto páginas donde los ofertan. 

(http://www.colihue.com.ar/fichaLibro?bookId=30004) (Editorial Argentina)

  • ¿Su opinión con respecto al libro digital y papel? ¿Será el libro tradicional desplazado por las nuevas tecnologías? 
 Cuando la oralidad abrió paso a la escritura no sé qué habrá pensado la gente; quizás lo mismo que cuando se paso del libro copiado a mano al de imprenta, o cuando aparecieron la radio, la televisión, el cine… Quiero decir, ninguna de esas formas de comunicación ha superado o desplazado a otra, cada una siguió conservando su espacio, y cumpliendo sus funciones. 

  • ¿Su método favorito de lectura? ¿Digital o papel? 
 Uso ambas, pero algunas cosas de verdad que actualmente está difícil conseguirlas en papel. 

  • ¿Trabaja actualmente en alguna obra? 
 Siempre, aunque en realidad debería hablar en plural. Creo que la mayoría de los escritores trabajan en varias cosas al mismo tiempo. 

  • ¿Se puede vivir siendo escritor de profesión? 
 Aquí, en Venezuela, no conozco de nadie que lo haga. Mis ingresos como escritor provienen de los premios, no de las ventas. No hay muchos lectores, es más difícil así. 

  •  ¿Cómo enfrentar las críticas negativas que puede tener una obra? 
 No sé qué consideras una crítica negativa. Si alguien me dice algo que no le parece de algún texto mío, lo considero como lo que es: una opinión. Igual si me dice algo bueno. No me envanezco por lo bueno ni me deprimo por lo malo. 

  • ¿Ha realizado el gobierno venezolano algún aporte por la literatura del país? 
 Aun a riesgo de contradecirme con una respuesta anterior, considero que los gobiernos no realizan aportes a la literatura (a los que escribimos, quiero decir), al menos no en la misma medida que lo hace con el deporte. Quiero decir, más allá o más acá de los festivales, ferias de libros, congresos, o políticas editoriales, lo que uno escribe depende sólo de uno; que lo hagas bien o mal, también. Quizás para un deportista, valga la comparación, el apoyo de un gobierno le sea de utilidad, en el sentido de que si lo envían a entrenarse en otro país, contratan a entrenadores especializados, mejoran las instalaciones, el rendimiento mejora. En cambio, para mí, eso no me ayudaría. Sólo tengo que escribir, y sólo necesito mi computadora: me vale lo mismo lo que haga o deje de hacer el gobierno. 

      
  • ¿Se siente Victorino satisfecho con las portadas de sus libros? ¿En la mayoría representaciones abstractas? ¿Haría el cambio en alguna de sus obras? 
 Con el tiempo las portadas de las ediciones originales de mis libros van a pasar a ser sólo una curiosidad. Algunas quizás no tienen nada que ver, pero ahí están. Lo digo porque sé que con el tiempo conoceré reediciones, ediciones de cuentos completos, y cosas así, y entonces no me preocuparé ya de lo que era o dejaba de ser una portada. No cambiaría nada, del mismo modo que no cambiaría una foto de mi infancia para arreglar mi cara. El libro era así, yo también. Modificar el pasado, o tratar de hacerlo, es tan estéril como infructuoso.

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